Saltar al contenido

Deporte y Autoestima

    La adolescencia es una etapa crucial en la construcción de la identidad personal y el desarrollo emocional. Este artículo explora la estrecha relación entre la práctica deportiva y la autoestima en la adolescencia, destacando cómo la actividad física puede convertirse en un pilar clave para un desarrollo integral, equilibrado y positivo en esta etapa de la vida. 

    Abraham Ramírez: Pasión, disciplina y sueños que nacen en Campogrande 

    Desde los cinco años, Abraham Ramírez descubrió en las canchas del Colegio Campogrande un espacio donde el deporte se convertía en algo más que una actividad: una forma de vida. 
    “Mi primer entrenamiento fue en Campogrande, y desde entonces sentí una diversión y un aprendizaje que nada más me podía dar”, recuerda. Aquella primera práctica de fútbol marcó el inicio de un camino lleno de esfuerzo, disciplina y sueños por cumplir. 

    El fútbol como fuente de alegría y aprendizaje 

    Para Abraham, el deporte es sinónimo de felicidad. Cada pase, atajada o jugada bien hecha le provoca una satisfacción especial. 
    “Son pequeñas acciones que me hacen sentir bien y me dan esa fuerza para seguir mejorando día a día”, comenta. 
    Esa mentalidad constante de superación lo ha llevado a buscar siempre un motivo para crecer, sabiendo que el esfuerzo diario trae consigo resultados positivos y lecciones valiosas. 

    Un sueño que cruzó fronteras 

    Hace un año, Abraham dio un paso importante: dejó Campogrande para vivir una experiencia deportiva en España, en la ciudad de Valladolid. 
    “Fue una temporada llena de triunfos, aprendizajes y experiencias únicas. Tuve la oportunidad de entrenar con el equipo de promesas del Real Valladolid y compartir cancha con jugadores convocados a la Sub-17 de España”, relata con orgullo. Sin duda, una vivencia que fortaleció su carácter y confirmó su amor por el fútbol. 

    Aun así, su corazón sigue vinculado al colegio que lo vio crecer. Recuerda con especial cariño la final de la Copa Campogrande 2024, donde su equipo se coronó campeón. 
    “Nuestro entrenador nos dio un ‘amuleto de la suerte’, una figura 3D de un santo, que besábamos antes de salir a la cancha. Ganamos todos los partidos hasta ser campeones. Fue una final llena de emoción y significado”, comparte entre risas. 

    Valores que trascienden el deporte 

    Cuando Abraham habla de Campogrande, lo hace con gratitud. “Aquí siempre me hicieron sentir cómodo. Es un entorno único, donde el deporte, los estudios y la convivencia van de la mano.” 
    Reconoce que los valores que aprendió —como la empatía, el respeto y la disciplina— le han servido dentro y fuera de la cancha. 

    “En Campogrande vi algo que nunca había visto en otro equipo: la empatía. Pedir disculpas al cometer una falta o felicitar al rival demuestra respeto. Puedes ser muy competitivo, pero si no tienes valores, no estás haciendo las cosas bien.” 

    Metas que inspiran 

    Abraham tiene metas claras. A corto plazo, quiere motivar a los porteros de Campogrande para que den siempre su mejor esfuerzo y mantengan una actitud positiva.  A largo plazo, sueña con algo grande: 

    “Representar a México en un Mundial sería mi mayor meta. Ser parte del país por el que me enamoré del fútbol sería un sueño hecho realidad”, afirma con convicción. 

    Lecciones para la vida 

    El fútbol, dice, le ha enseñado más de lo que imaginaba. Le ha ayudado a mantener la confianza, la salud y la capacidad de trabajar en equipo. “El deporte te prepara para todo. En la vida también hay que esforzarse para conseguir metas, ya sea un ascenso, una buena calificación o un proyecto personal. La disciplina y la resiliencia son claves.”
    Cuando se le pregunta qué consejo daría a los jóvenes que inician en el deporte, su respuesta es simple pero poderosa: 

    “Paciencia y actitud. No te frustres si las cosas no salen a la primera. Da siempre el 100% y verás resultados.” 

    Y cierra con un mensaje que resume su filosofía: 
    “Nunca dejes de luchar por lo que quieres. A veces las cosas no salen como uno espera, pero con esfuerzo, disciplina y fe en ti mismo, se puede llegar muy lejos. El deporte me ha enseñado que todo mejora si sigues trabajando y crees en ti.” 

    La historia de Abraham Ramírez es un ejemplo del espíritu que caracteriza a los alumnos del Colegio Campogrande: jóvenes con pasión, valores y sueños grandes. 
    Su recorrido demuestra que el deporte no solo forma atletas, sino también personas comprometidas, resilientes y capaces de dejar huella dentro y fuera de la cancha.

    ISAAC MORENO ROMERO
    Profesor de deporte

    3 pensamientos sobre “Deporte y Autoestima”

    Deja un comentario

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *