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El preceptor como coach: acompañar, orientar y transformar vidas

    En el ámbito profesional, cada vez se habla más del coach, del mentor o del tutor como figuras clave para el desarrollo personal y laboral. Son personas que acompañan procesos, ayudan a descubrir el potencial de cada uno, a definir metas y a crecer con sentido.

    De modo similar, en la vida personal ha cobrado cada vez más relevancia la asistencia al psicólogo, reflejo de una sociedad que valora el acompañamiento y el crecimiento interior.

    En el ámbito educativo, en nuestro colegio esa figura que une el acompañamiento humano con la formación integral tiene un nombre que le antecede por generaciones: el preceptor.

    Un acompañamiento que mira a la persona completa

    Así como un buen coach empresarial no se limita a los resultados, el preceptor no se enfoca solo en las calificaciones. Su misión es mucho más profunda: conocer y acompañar al alumno en su desarrollo integral.
    Escucha, observa, orienta, anima… y, sobre todo, personaliza. En un entorno escolar donde la cantidad de alumnos puede diluir lo individual, el preceptor asegura que cada estudiante sea mirado como persona única e irrepetible.

    Del aula al corazón: formar con cercanía

    El preceptor es, en cierto modo, el mentor de la vida escolar. Su tarea no termina cuando suena el timbre; continúa en las conversaciones personales, en el seguimiento de los hábitos, en los pequeños gestos que construyen confianza.
    Como todo buen guía, ayuda al alumno a conocerse a sí mismo, a identificar sus talentos y a trabajar sus áreas de mejora. En un mundo que exige resultados rápidos, el preceptor enseña a valorar los procesos, el esfuerzo y la constancia.

    El puente que une familia y colegio

    El preceptor no trabaja solo con el alumno: también acompaña a los padres. Es el puente que conecta dos mundos fundamentales en la vida del alumno: la familia y el colegio, para que juntos acompañen su camino con coherencia y sentido.
    Su papel recuerda que educar no es una tarea individual, sino una alianza formativa entre quienes comparten el mismo propósito: ayudar a cada niño y adolescente a desplegar lo mejor de sí.

    Educar en la libertad y la responsabilidad

    A diferencia de un tutor que sólo orienta contenidos, el preceptor educa la voluntad y la libertad interior. Acompaña decisiones, ayuda a discernir, invita a elegir el bien.
    Su función se parece a la de un coach que no da respuestas, sino que enseña a pensar, a decidir y a asumir responsabilidades. En este sentido, el preceptor no dirige la vida del alumno: la inspira.

    Un liderazgo silencioso pero trascendente

    El impacto del preceptor no se mide en informes o estadísticas, sino en historias personales: un alumno que recuperó la confianza, una familia que se sintió comprendida, un grupo que aprendió a convivir mejor.
    Su liderazgo es discreto pero profundo, y deja huella en la vida de quienes acompaña. Allí donde hay un preceptor comprometido, hay una educación más humana, más cercana y más real.

    En conclusión

    El preceptor es, en el ámbito escolar, el verdadero coach del crecimiento personal. Acompaña, escucha, orienta y reta a superarse. Su presencia hace posible que la educación no sea solo transmisión de conocimientos, sino una experiencia de acompañamiento y transformación.

    Por eso, animamos a los padres de familia a aprovechar al máximo la preceptoría. Cada encuentro, cada conversación y cada orientación son oportunidades para crecer juntos —padres, hijos y colegio— en un mismo proyecto educativo. Cuando se vive de manera activa y comprometida, la preceptoría se convierte en una herramienta capaz de transformar vidas, porque detrás de cada alumno que crece, hay un preceptor y una familia que creyeron en él.

    GERMÁN M. RAMÍREZ NORIEGA
    Director general

    1 pensamiento sobre “El preceptor como coach: acompañar, orientar y transformar vidas”

    1. Juan Martin Rivera Castillo

      Es un compromiso que como preceptor uno adquiere para acompañar al alumno en su formación integral, así como orientación para la familia parte importante en la sociedad

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