Inocente Ruiz Ibarra
Director académico
Los jóvenes entre los 12 y 18 años viven una etapa entre la adolescencia y la juventud en la que el grupo de amigos se vuelve muy importante y se convierte en un entorno de gran seguridad. Suelen comportarse, vestir y comunicarse en forma semejante, pero también suelen enfrentarse a la presión que se ejerce en ese mismo grupo.
De unos años a la fecha una nueva modalidad de fumar, conocida como vapear, ha tenido eco entre los jóvenes. El cigarro electrónico también llamado vaporizador, vapeador, e-cig o e-cigar es un dispositivo electrónico inhalador, diseñado en su origen, presumiblemente para sustituir el consumo y combatir la adicción al tabaco. Es un sistema que utiliza una resistencia y batería para calentar una solución líquida que generalmente contiene nicotina y produce un vapor inhalable que puede o no, contener aroma.
El líquido que se calienta en el cigarro electrónico es por lo general, una mezcla de propilenglicol, glicerina, nicotina y esencias. Se dice que contiene sustancias que se conocen como seguras por vía oral, pero cuyo comportamiento al ser inhaladas no es aún conocido.
En un principio, su diseño imitaba la forma del cigarro convencional, actualmente existen diferentes modelos que resultan muy prácticos y atractivos: similares a una USB, tipo bolígrafo o tanques planos recargables entre otros.
Existen estudios que argumentan que los cigarros electrónicos combinados con el apoyo de personal médico son hasta dos veces más efectivos para dejar de fumar que otros productos que reemplazan la nicotina, como parches o goma de mascar. También se dice que el suministro de nicotina sin los componentes nocivos del humo del tabaco en el cigarro convencional podría prevenir la mayor parte del daño causado por este hábito. Sin embargo, no debemos de olvidar que estamos refiriéndonos a su posible eficacia cuando se utilizan como una ayuda para dejar de fumar. En sentido contrario se muestra un estudio publicado en 2018 en la revista PLOS ONE que concluye que los e-cig no son demasiado efectivos para dejar el tabaco pero si para captar nuevos fumadores en especial adolescentes y jóvenes adultos.
Desde otro punto de vista es importante aclarar que aún en el caso que los cigarros electrónicos fuesen menos dañinos que el cigarro convencional, este beneficio se pierde y desaparece ante el frecuente problema que se presenta en quienes combinan las dos modalidades.
La organización mundial de la salud (OMS) ha advertido a los consumidores que considera que el cigarro electrónico no es un tratamiento legítimo para quienes desean o pretenden dejar de fumar y que los distribuidores deben desistir en señalar efectos terapéuticos no demostrados.
En Estados Unidos está limitada su venta a menores de 18 años, pero con facilidad se les puede conseguir por la Internet. Otros países lo prohíben en menores de 16 y en algunos países su prohibición es total.
Actualmente en México, la venta de e-cigs se encuentra prohibida en el artículo 16 de la Ley General de Control del Tabaco. La Comisión federal para la protección contra riesgos sanitarios (Cofepris) ha emitido, en este mismo sentido, un comunicado donde recuerda que el cigarro electrónico no cuenta con registro sanitario como medicamento o dispositivo médico y que su uso terapéutico no ha sido comprobado por esa institución. No obstante, a pesar de su censura, no es complicado conseguir este producto en nuestra ciudad.
Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) entre estudiantes de secundaria de Monterrey, Guadalajara y la Cd. de México, arrojó en sus resultados preliminares que el 90% de los jóvenes ha oído hablar del cigarro electrónico, más del 30% lo ha probado y arriba del 10% lo consume actualmente.
Los expertos insisten en que cualquier producto relacionado con el tabaco sigue siendo potencialmente nocivo y recomiendan detener su consumo ya sea cigarrillo convencional o electrónico con nicotina.
A la fecha se busca mantener cuidados los espacios libres en zonas infantiles de los parques, hospitales, transporte público, escuelas, etcétera y limitar en ellos el uso del cigarro en cualquier modalidad.
Referencias:
Centro de prensa de la OMS (19 de septiembre de 2008). «Los distribuidores de cigarrillos electrónicos deben dejar de reivindicar efectos terapéuticos no demostrados». Iniciativa liberarse del tabaco. Consultado el 19 de Abril de 2019.
OMS. «Sistemas electrónicos de administración de nicotina y sistemas similares sin nicotina Informe de la OMS». Consultado el 21 de Abril de 2019.
Soneji SS, Sung H-Y, Primack BA, Pierce JP, Sargent JD (2018) Quantifying population-level health benefits and harms of e-cigarette use in the United States. PLoS ONE 13(3): e0193328. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0193328–